Quienes somos

Somos la Asociación Civil Padre Federico Grote, una organización comprometida con brindar ayuda y apoyo a personas con discapacidad y adultos mayores que enfrentan problemáticas sociales vinculadas a la pobreza. Nuestra misión es acompañar y mejorar la calidad de vida de quienes más lo necesitan, brindando asistencia integral y soluciones a las dificultades cotidianas que afectan a estos sectores vulnerables.


Nuestra asociación nació de la iniciativa de un grupo de amigos y familiares que, unidos por la solidaridad y la empatía, decidieron actuar ante los desafíos sociales que vivimos en estos tiempos. Motivados por la necesidad de generar un cambio real, nos convocamos para crear este espacio de apoyo y contención.





Contamos con capacitaciones en leyes y normativas específicas para ofrecer respuestas adecuadas y efectivas a los problemas que enfrentan nuestros beneficiarios. Nos esforzamos por mantenernos actualizados y seguir aprendiendo para garantizar que nuestras acciones estén alineadas con los derechos y necesidades de las personas que acompañamos.


Creemos en el poder de la comunidad, en la fuerza del trabajo colectivo y en la importancia de estar presentes en momentos difíciles. Asociación Civil Padre Federico Grote es más que una organización: es un compromiso con la justicia social, la igualdad y la dignidad de todos.


Historia

Inspiracion de nuestro nombre:


Historia del Padre Federico Grote

El Padre Federico Grote (1853-1940) fue un sacerdote redentorista de origen alemán que llegó a Argentina en 1884, motivado por su vocación de servicio y su profundo compromiso con los más necesitados. Su labor pastoral y social lo convirtió en una figura clave dentro del movimiento católico en el país, especialmente por su dedicación a la promoción de la justicia social y la defensa de los derechos de los trabajadores.
Grote fue el principal impulsor de la Acción Social Católica en Argentina y uno de los fundadores del movimiento sindical de inspiración cristiana. Desde sus primeros años en Buenos Aires, entendió la importancia de organizar a los obreros, muchos de ellos inmigrantes, para mejorar sus condiciones de vida y trabajo. Con este objetivo, fundó la Unión de Círculos Católicos de Obreros en 1892, un espacio destinado a promover la solidaridad, la educación y la protección de los derechos laborales desde una perspectiva cristiana.

Su trabajo incansable en favor de los más vulnerables lo llevó a convertirse en un referente de la Doctrina Social de la Iglesia, una corriente que promueve la justicia, la dignidad del trabajo y la defensa de los derechos humanos. Grote también fue un defensor del diálogo entre la Iglesia y los movimientos sociales, y siempre buscó soluciones pacíficas y justas para las problemáticas de la época.

El legado del Padre Federico Grote trasciende su tiempo, ya que su ejemplo de vida y su compromiso con los más desfavorecidos continúan inspirando a organizaciones como la nuestra. A través de su figura, nos sentimos llamados a seguir trabajando por una sociedad más equitativa, donde todos tengan las mismas oportunidades, independientemente de su condición social.